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Toxicidad de los tratamientos oncológicos

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Cansancio (Astenia)
El cansancio asociado al cáncer o astenia se define como la sensación de agotamiento físico, emocional y mental persistente, pudiendo estar producido por la propia enfermedad o por sus tratamientos. Se describe como una falta de energía que impide realizar incluso pequeños esfuerzos cotidianos o una falta de fuerzas generalizada que no encuentra alivio con el descanso. Puede afectar seriamente las actividades cotidianas de una persona, incluida su capacidad para trabajar, compartir actividades con su familia o socializar.
 
Es común que la fatiga aparezca después del tratamiento, en los momentos siguientes:
  • Unos pocos días después de la quimioterapia
  • Unas pocas semanas después de comenzar la radioterapia
  • Después de la inmunoterapia por ejemplo con interferón alfa (Roferon-A, Intron A) o las interleuquinas (Proleukin)
Es una de las complicaciones más frecuentes, apareciendo hasta en el 90% de los pacientes con cáncer que reciben tratamiento. Puede persistir durante meses o años tras finalizar el tratamiento en más del 50% de los pacientes.
 
El cansancio también aparece en los nuevos tratamientos con agentes antidiana. En ocasiones la astenia está relacionada con la aparición de un  hipotiroidismo, siendo una causa tratable de astenia (ocurre en más del 50 % de pacientes tratados con Sunitinib). Por ello, en pacientes que presenten astenia y que además asocien cambios en la piel, cambios en la voz o estreñimiento es obligatorio realizar un adecuado estudio tiroideo.
 
¿Cómo evaluar el cansancio?
 
Pese a la alta frecuencia de cansancio en los pacientes, se trata de un síntoma al que en ocasiones no se da demasiada importancia, de ahí la necesidad de informa a su oncólogo de su presencia.
 
Para evaluar el cansancio la mejor manera es describir el grado de cansancio, para ello se puede utilizar una escala de 0 a 10, de manera, que cero sería ausencia de cansancio y 10 el peor cansancio imaginable (4-6 cansancio moderado, 7-10 cansancio intenso).
 
Los principales signos del cansancio asociado al cáncer son:
  1. Cansancio que no disminuye pese a descanso.
  2. Presenta cansancio muy intenso tras la actividad física cotidiana
  3. Presenta cansancio sin realizar actividades físicas
  4. El descaso no lo alivia
  5. Presenta dificultad para concentrarse
  6. El cansancio interfiere la vida cotidiana, dificultando las relaciones sociales, el trabajo…
  7. Necesita permanecer en la cama durante más tiempo del necesario.
Es importante recoger el máximo de datos sobre el cansancio, para ello puede ser de ayuda contestar estas preguntas:
  1. ¿Desde cuando presenta cansancio?
  2. ¿Ha aumentado desde el diagnóstico o con los tratamientos?
  3. ¿Mejora o empeora con el descanso? ¿Qué es lo que le alivia?
  4. ¿Cómo afecta a su vida cotidiana?
En ocasiones su doctor le solicitará una analítica para descartar que la  fatiga esté causada por una anemia (baja cantidad de glóbulos rojos) o por algún otro problema.
 
Tratamiento
 
Si conocemos la causa del cansancio el tratamiento debe ir enfocado a corregirla. Se recomienda la corrección de los desequilibrios de líquidos y minerales, así como la realización regular de ejerció físico adecuado a la situación de cada paciente. Su médico decidirá si precisa algún tratamiento farmacológico que mejore el síntoma. Otras medidas que pueden ayudarle:
 
1) Ejercicio: Aunque la realización de un esfuerzo físico puede suponer un esfuerzo considerable, el aumento de la actividad física puede reducir realmente el cansancio. Los estudios realizados demuestran que los pacientes con cáncer que realizan ejercicio constante (30 minutos diarios o 3-4 horas semanales) presentan menos astenia y duermen mejor que los que no realizan ejercicio. Se recomienda la realización de ejercicios suaves, diarios, siendo los más adecuados los ejercicios aeróbicos ligeros: caminar (paseos al aire libre), bicicleta estática o natación. En función de la situación general, de la edad y de la presencia de otras patologías concomitantes se valorará el ejercicio más apropiado.
 
2) Control Nutricional adecuado: Muchos pacientes pierden peso, La ingesta de las calorías necesarias, así como los líquidos, proteínas y otros alimentos ayudan a prevenir la fatiga y a aumentar la energía.
 
3) Medidas psicosociales: La carga emocional asociada al cáncer puede agotar. Hay evidencia de que reduciendo la tensión, la ansiedad y la depresión se obtiene un efecto beneficioso sobre la fatiga. La consulta con el equipo de psico-oncólogos puede ayudar a disminuir la tensión acumulada y consecuentemente mejorar el cansancio.
 
Consejos para pacientes:
 
La realización de los siguientes consejos pueden ser útiles para disminuir el cansancio:
  1. Es muy importante conservar la energía, emprendiendo solamente las actividades más importantes en los momentos en los que se encuentre con más energía. Hacer una lista de las actividades que desea realizar, estableciendo prioridades.
  2. Sea realista sobre sus limitaciones y no sea duro consigo mismo. No sea demasiado tímido o demasiado orgulloso para solicitar y aceptar ayuda de los demás. Solicite ayuda y comparta o delegue tareas en familiares y amigos
  3. Es muy importante mantener una rutina diaria estructurada. Se recomienda llevar un diario de las actividades cotidianas.
  4. Utilice métodos para reducir el estrés: técnicas de relajación, meditación, oír música, oración, hablar con otras personas….
  5. Mejore la calidad del sueño: reduciendo el consumo de estimulantes (cafeína)
  6. Mantener un equilibrio diario entre actividad física y descanso, limite el tiempo en la cama al del sueño.
  7. Consultar si aparece dolor, depresión, insomnio.
  8. Lleve una dieta equilibrada, con un consumo diario de 2 litros de agua. 
  9. Intente llevar una vida lo más normal posible. 

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