Cáncer de hígado
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Etiología y factores de riesgo
Se estima que entre el 60 y el 90% de los hepatocarcinomas están asociados a cirrosis, proceso por el cual las células dañadas del hígado son reemplazadas por tejido cicatricial.
La causa de origen no vírico más importante capaz de provocar cirrosis, y por tanto de desencadenar cáncer de hígado, es el consumo de alcohol. Otras menos frecuentes son: el acúmulo en exceso de hierro en el hígado (hemocromatosis), las aflatoxinas derivadas de un hongo capaz de contaminar ciertos alimentos, la desnutrición, y el polvo de cloruro de vinilo (asociado más frecuentemente con el angiosarcoma).
El incremento de la prevalencia de la obesidad y la diabetes en los últimos tiempos ha dado pie al incremento en la incidencia de enfermedad por hígado graso no asociada al alcohol así como a la esteatohepatitis no alcohólica que pueden conducir a fibrosis - cirrosos y, eventualmente, al desarrollo de hepatocarcinoma. Esta etiología de hepatocarcinoma se espera aumente en un futuro próximo.
Las infecciones crónicas por el virus de la hepatitis B y de la hepatitis C, ambas causantes de cirrosis son dos factores frecuentemente asociados al desarrollo del cáncer de hígado. De hecho, las personas portadoras del virus de la hepatitis B presentan un riesgo aproximadamente 100 veces superior al de la población general de desarrollar cáncer primario del hígado.
La mayoría de los casos de hepaticarcinoma son diagnosticados en Asia y el Africa subsahariana, donde el factor de riesgo predominante es la infección por el virus de la hepatitis B, junto con la exposición a la aflatoxina B1. Por contra, en Europa y América la cirrosis alcohólica es la causa más frecuente de hepatocarcinoma, pudiendo malignizarse hasta en un 15% de los casos.